El Shiba Inu tiene un carácter muy peculiar, tal y como ya te hemos explicado anteriormente. Si lo recordamos bien, son perros que se adaptan bien a cualquier situación y les gusta tener su propio espacio, incluso llegando al punto de poder estar solos más tiempo que muchas otras razas de perro. A veces, su personalidad puede recordarnos a la de un gato, aunque ni de lejos es así.
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Las jaulas pueden ser una herramienta útil para entrenar a tu Shiba Inu y proporcionar un espacio seguro y cómodo para que descanse. Aquí hay algunas cosas a considerar al elegir una jaula para tu Shiba Inu:
- Tamaño adecuado: El tamaño de la jaula debe ser lo suficientemente grande para que tu Shiba Inu pueda pararse y moverse cómodamente, pero no tan grande que pueda hacer sus necesidades en una esquina y dormir en la otra. Una jaula que sea 1.5 veces la longitud de tu Shiba Inu es una buena opción. La jaula debe permitir que tu perro se ponga de pie, gire y acueste cómodamente.
- Materiales: Las jaulas pueden estar hechas de alambre, plástico o metal. Las jaulas de alambre permiten una buena ventilación y visibilidad, mientras que las jaulas de plástico son más cómodas y fáciles de limpiar. Las jaulas de metal son más resistentes y duraderas, pero pueden ser más pesadas. Las jaulas de plástico son más ligeras y portátiles. Las jaulas de tela son ideales para viajar, pero no son tan resistentes como las de metal o plástico.
- Seguridad: Asegúrate de que la jaula tenga una puerta segura y que tu Shiba Inu no pueda escapar o lastimarse al estar dentro de ella.
- Tipo de puerta: Las jaulas pueden tener una puerta en la parte frontal o lateral. La puerta debe ser lo suficientemente grande como para permitir que tu Shiba Inu entre y salga fácilmente, pero no tan grande como para permitir que escape.
- Accesorios: Algunas jaulas vienen con accesorios, como una almohadilla para dormir, una bandeja para recolectar residuos y juguetes. Estos accesorios pueden hacer que la jaula sea más cómoda y atractiva para tu Shiba Inu.. Considera la posibilidad de incluir accesorios como una almohadilla cómoda o una manta para hacer que la jaula sea más acogedora y confortable para tu Shiba Inu.
En resumen, es importante elegir una jaula adecuada para tu Shiba Inu que sea lo suficientemente grande, segura y cómoda. Si tienes dudas sobre qué jaula elegir, es mejor consultar con un experto en comportamiento canino o un veterinario para obtener recomendaciones específicas para tu perro.
Aunque no todos los perros de la misma raza son iguales, sí que es cierto que estas características harían al shiba un candidato perfecto para el entrenamiento con jaula para perros. Te explicamos más detalles a continuación.
El uso de jaulas en la educación del perro
Primero de todo, que no te intimide el hecho de utilizar una jaula donde confinar a tu perro. Obviamente, queremos tener un perro, no un prisionero. Las jaulas aún hoy en día se utilizan y no son necesariamente un lugar de castigo, sino más bien al contrario: Son una zona segura que tu perro verá como propia.

Si utilizas mal la jaula como elemento educativo, puede ser un foco de conflictos entre tú y tu perro. Sobre todo teniendo en cuenta el carácter terco y posesivo de esta raza.
La cuestión es saber utilizar la jaula de forma responsable, y las ventajas son muchas:
- Que el perro se sienta más independiente, con su propio terreno, en su jaula: Precisamente una de las preferencias del shiba
- Tendrá menos problemas para ir en transportín, cuando lo necesitemos llevar al veterinario
- Ayudará con problemas de bienestar y conducta como la ansiedad por separación o el aprender a hacer sus necesidades
- Tendrá una zona segura en la que estar tranquilo y descansar del contacto social
- Podremos usar la celda como recurso en varios adiestramientos
Ha quedado claro que las jaulas pueden ser un arma de doble filo si abusamos de ellas. Podemos conseguir que el perro quiera entrar en ellas en vez de salir, pero solo si lo hacemos bien.
Por eso mismo, hoy te daremos las claves para utilizar bien la jaula. Primero de todo déjanos explicarte qué características debe cumplir una caja, celda, jaula o “área de confinamiento”, como lo llaman algunos autores. Nos centraremos en las preferencias de los shiba para prepararla lo mejor posible.
Ejemplos de jaulas de buena calidad
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Cómo deben ser el área de confinamiento o jaula para un Shiba inu
Primero de todo, hay que sacarse de la cabeza el pensamiento de que las jaulas para perros son un lugar para tener prisionero al perro.
La celda no es un lugar de castigo, ya que de lo contrario provocaría fuertes conflictos a la hora de usarla. Aunque consiguiéramos meter a nuestro perro dentro, algo poco probable con los afilados dientes de un shiba, este mantendría un estado emocional muy negativo que no queremos para él. La celda podría convertirse en un lugar donde el perro se deprime y lo pasa mal, algo que afectaría a su bienestar general y a su conducta.

Una jaula o celda es un lugar donde el perro debe estar tranquilo y seguro, y puede estar abierto o encerrado, pero siempre despierta un sentimiento positivo al perro. En el mundo de los humanos sería el equivalente a tener un dormitorio con puerta. Normalmente, no nos importa que la puerta del dormitorio esté abierta o cerrada, al menos no cuando ya estamos acostumbrados.
Teniendo en cuenta el carácter de esta raza de perro, recomendaríamos tener estas zonas o jaulas en un lugar donde nadie pueda molestarlos, ya que el perro agradecerá poder descansar sin ser molestado, en un lugar apartado.
Un área de confinamiento puede ser para que el perro esté solo unas horas o incluso varios días. La cuestión es que nuestro perrito tenga ahí todo lo que necesita para pasar ese tiempo. Eso puede implicar entretenimiento, comodidad (una camina y mantas) y en el caso de las áreas de confinamiento de largo plazo estaríamos hablando de comederos, bebederos y zonas para hacer sus necesidades. Te lo explicamos con más detalle.
Otros tipos de jaulas
Jaulas para unas horas
Si queremos la jaula para tener a nuestro perro encerrado en un lugar por la noche, para que esté seguro y tranquilo, entonces necesitamos lo que se llamaría zona de confinamiento de corto plazo. Una simple jaula o lugar donde nuestro perro podrá tumbarse y descansar.
Para este fin, nos podría ser suficiente con un transportín del tamaño adecuado y con una camita cómoda dentro, algún que otro entretenimiento y premios. Sin embargo, si queremos tener a un perro más horas dentro necesitaremos algo más grande.
Jaulas para más tiempo
La otra opción son las áreas de confinamiento de largo plazo, estas no son lo más recomendado, ya que los perros son animales sociales que necesitan cierto contacto con nosotros, pero a veces necesitamos dejar solito a un cachorro de shiba inu todo un día y no tenemos lugar donde dejarlo. Aunque lo ideal sería dejar alguien a cargo del cachorro, para que lo atendiera y educara, estas áreas pueden servir como última alternativa.
Nuestro perro, en este caso, necesitará una zona amplia. Podemos habilitar una habitación o hacerle un cercado con las zonas de descanso-comida-aseo bien repartidas.
Es importante que siempre tengamos el baño lo más alejado posible de la comida, y a poder ser también de la cama ¿o acaso a ti te gustaría comer o dormir oliendo tus propios deshechos?
Precauciones al usar las jaulas
Es importante que tengamos siempre muy en cuenta los sentimientos del perro en cuanto a cualquier cosa que usamos con él. En este caso, es más importante aún que estemos pendientes, ya que una vez encerrado, el perro no tendrá opción de salir y esto puede provocarle un gran estrés.

El gran peligro de las jaulas está en el abuso que hacen de ellas algunos dueños mal informados, dejando al perro encerrado muchas más horas de las normales, solo por comodidad o pereza.
Esto comportaría la rotura de cualquier vínculo que el perro tuviera con él, ya que lo pasaría a ver como alguien que lo encierra. Con más tiempo, el perro podría empezar a perder todo contacto con el mundo que lo rodea, algo que lo podría convertir en un animal agresivo y antisocial. Y esto es algo que hay que evitar, porque no hay que dejar de lado nunca la gran importancia de la socialización en los Shiba Inu.
Queremos evitar eso, y por eso es importante que eduquemos bien a nuestro shiba para usar su jaula y que esta sea algo positivo, tal y como hemos explicado más arriba.
Cómo enseñar al shiba inu a estar en la jaula
Para introducirle la jaula correctamente a un shiba debemos primero conseguir que a este le encante estar dentro ¿Cómo lo conseguiremos? En el caso de los shibas, que suelen ser territoriales y a veces necesitan estar solos, no costará mucho que la acepten, pero igualmente requerirá seguir una serie de pasos.

Tal y como te comentamos en el apartado de educación del shiba, a esta raza no le gustan tanto las caricias y los juguetes como la comida y los elogios, por lo que deberemos priorizar el uso de estos últimos para conseguir convencerlo.
Por eso mismo, para los estadios finales del entrenamiento que explicaremos más tarde, recomendaríamos utilizar un premio en forma de comida que pueda durarle mucho rato. Dado que el shiba es un perro muy inteligente, podrían servirle los juegos de inteligencia con comida o el kong, que lo mantendrían entretenido.
Nuestra misión, al colocar dentro de la jaula (con la puerta abierta) un sistema de este tipo, sería que el perro pasara tiempo disfrutando dentro de la celda y que vea que no pasa nada malo cuando entra. Cuanto más tiempo pase dentro, más positivas serán las emociones que le despierta su zona de confinamiento.
Para aprovechar esta oportunidad y conseguir adiestrar al shiba más rápido, sería conveniente asociar la acción de entrar a la jaula con una orden, para que así vuestra comunicación sea más fluida cuando el perro ya entienda a qué te refieres. Te lo explicamos todo a continuación para que puedas adiestrar a tu perro desde el principio.
Por tanto, el sistema que te recomendaríamos utilizar es el siguiente. Obviamente, primero compramos la jaula, y luego llegamos a casa y distraemos al perro, mientras hacemos lo siguiente:
- Ponemos la jaula en una zona aislada de la casa, preferiblemente primero nos fijaremos en los lugares donde nuestro shiba suele descansar e intentaremos respetar sus gustos, poniendo la jaula en el mismo sitio. Si es un cachorro que acaba de llegar, lo haremos en el lugar que consideremos más conveniente para todos.
- Prepararemos la celda poniendo algunas de sus mantas para que sea cómoda, y pondremos unos cuantos premios dentro
- Soltaremos al shiba y le mostraremos la jaula. En ningún momento lo cogeremos o lo meteremos dentro. Tiene que ser él quien decida entrar, y NO cerraremos la jaula. Tenemos que conseguir que el perro primero NO entienda que se le va a encerrar ahí dentro.
Lo primero que hará el perro nada más verla, será entrar dentro de la jaula, con curiosidad, preguntándose qué es y para qué. Cuando descubra dentro los premios, se llevará una primera impresión muy positiva, porque verá que dentro de la jaula hay cosas muy interesantes. Esto le permitirá asociarlo con emociones positivas. Si, en este proceso cerramos la puerta tras de él estaremos consiguiendo el efecto inverso. Por tanto, de momento no cierres la puerta. Primero necesitamos solidificar estas emociones positivas.
- Más tarde, cuando el perro haya desconectado un poco de ese nuevo mueble, llámale la atención para que estéis pasándolo bien cerca de la jaula. Juega con él y haz el siguiente ejercicio de adiestramiento:
Adiestramiento para entrar en la jaula
Tal y como adelantábamos antes, lo que haremos será asociar una orden con la acción de entrar. Esto se consigue repitiendo un patrón de acciones, que deben pasar siempre para que el perro lo aprenda.
- Decimos “ve a tu celda” o “a la jaula” (lo que te salga más natural)
- Justo después de decir eso, tira uno o varios premios al interior de la jaula
- Tu perro se meterá dentro y se los comerá, asociando tu orden con los premios y con entrar en la jaula.
- ¡Llénalo de elogios!

Practica esto varias veces, y verás como tu perro se pondrá contento cada vez que juguéis a esto. Esta orden, con la práctica, se podría convertir en un recurso muy valioso para cuando quieras que tu perro entre en la jaula. Pero sigamos con los siguientes pasos que tienes que dar.
Cerrando la tapa
El siguiente paso natural será empezar a conseguir que el perro se quede dentro de la jaula y siga disfrutando de ello. Para conseguirlo, necesitaremos seguir jugando con él y haciendo el ejercicio anterior, pero añadiendo un cuarto paso.
Cuando el perro se meta dentro y se acabe sus premios, cierra un momento la celda y dale uno o varios premios a través de los barrotes. Luego, abre la celda y déjale salir. Llénalo de elogios, sobre todo las primeras veces para que vea que no pasa nada.
Este tiempo que lo tienes dentro, podrás irlo aumentando con cada ejercicio, y no te preocupes por los premios, porque podrás acabar dejando de usarlos.
Dejando de usar premios
La mejor forma de convencer a tu perro para que se quede dentro de la celda sin esperar premios de forma constante es darle una razón convincente para entrar y dejarlo dentro. Con el tiempo, no te hará falta, pero te recomendamos empezar así para que no tenga razones para no quedarse.
El shiba es un perro muy inteligente, por lo que deberemos dejarle un juego de inteligencia con comida o un kong en su defecto. Algo que le motive. Estos complementos le permitirán entretenerse más tiempo y olvidarse del hecho de que está encerrado. Otro punto a favor es que, como hemos estado haciendo todo lo anterior, el perro tendrá muchas emociones positivas asociadas con la jaula, lo que ablandará su terco espíritu y facilitará la aceptación de su confinamiento.
Qué hacer si algo saliera mal
Si alguien ajeno a ti, o por accidente, ocurre que el perro queda encerrado dentro de la jaula por horas y pasa por una mala experiencia, siempre podrás recuperarlo dando unos pasitos para atrás y volviendo a jugar con la puerta abierta. Todo es cuestión de costumbre, y verás cómo tu shiba se va adaptando a su jaula si se lo pones fácil.
Usar la jaula para enseñarle a hacer sus necesidades
La jaula para perros también puede servirte como punto de partida para enseñar al shiba, sobre todo cuando es cachorro, a hacer sus necesidades donde toca.

¿Cómo lo haríamos? Pues tendríamos al cachorro encerrado y controlado en la jaula, donde no se haría sus necesidades (ya que va en contra de su instinto) y lo sacaríamos cada hora (ya que los pobres aún no tienen mucha capacidad para aguantar), avisándolo con un “vamos a la calle” para que lo entendiera. Sería importante tener siempre un mismo lugar donde pudiera hacer pipí, preferiblemente en un lugar cercano a casa, en la calle.
Deberíamos alabarlo y darle premios una vez hiciera sus necesidades en el lugar que queremos, para que así quiera repetir esta experiencia el máximo de veces posible. Puede parecer una tarea pesada, pero nos evitaremos que el perro manche cualquier parte de la casa y jamás nos arrepentiremos de partir con un buen aprendizaje.
Si el lugar donde tiene que hacer pipí estuviera muy alejado, es posible que el pobre cachorro no pudiera aguantarse, en cuyo caso sería incluso recomendable facilitarle una zona de aseo dentro de casa. Esto puede ser en una parte del jardín o simplemente en un papel de periódico en el suelo, siempre en el mismo sitio y siempre limpio.
Conclusión
Como ves, la jaula o celda es algo muy recomendable para los shibas. No es cuestión de liderazgo ni de adiestrar al perro, es simplemente una cuestión de mentalizarlo. Recuerda tener la jaula siempre muy limpia, algo que también es vital para el bienestar del shiba.
El perro, al poder estar 10 minutos dentro de la jaula sin estresarse podrá estar toda la noche sin problema. Asegúrate de seguir dándole premios de vez en cuando para reforzar estas emociones, y verás como vuestra convivencia mejora mucho. Tu shiba inu disfrutará mucho de su jaula, te lo aseguramos.
Este aprendizaje es mucho más fácil de hacer con cachorros, pero cualquier shiba puede conseguirlo. Lo más interesante es que la personalidad de esta raza de perro encaja perfectamente con el uso de la celda, y dudamos que tengas problemas si sigues esta guía. Con un shiba bien enseñado a usar su jaula para perros, tendrás una ayuda para gestionar muchas posibles fuentes de problemas además de lo que te hemos explicado. Podrá servirte para arreglar problemas de convivencia, así como las visitas de desconocidos y niños o la llegada de nuevos inquilinos.
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